¿Crees que es posible una regularización laboral del sector a nivel nacional?
Desde luego; es posible y deseable, aunque no me parece probable que vaya a ocurrir, al menos en un largo plazo de tiempo. El mayor obstáculo que veo para que este paso se lleve a cabo es la falta de voluntad política. Éste es un hecho que queda patente en muchos casos y en prácticamente todos los niveles político-administrativos. A mi modo de ver la figura de los profesionales no se incluye debidamente en la legislación que regula nuestro sector: la definición de los perfiles, las funciones inherentes a los puestos y sobre todo los requisitos a cumplir no se abordan con una perspectiva de especialización en la materia. Si partimos de esta base, el camino hasta llegar a ser una profesión regulada es largo.
Naturalmente, podría ejercerse una presión mayor por parte del colectivo profesional, pero para eso deberíamos actuar desde la unidad. A pesar de que la DIRECTIVA 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 7 de septiembre de 2005 relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales ya contempla como uno de los pilares para esta evolución el reconocimiento automático de la experiencia profesional, una parte importante de los profesionales tiene miedo a no poder ejercer, al no contar con una formación reglada específica en la materia.
Además, debería ampliarse la perspectiva sobre el concepto de nuestro sector y quién ejerce en el mismo para abordar la inclusión de los nuevos perfiles profesionales que han venido apareciendo en los últimos tiempos. En definitiva, debemos encontrar un equilibrio entre la asimilación de perfiles novedosos y diferentes a nuestro ámbito, y la tendencia a que cualquier titulación sea válida sin ningún tipo de regulación.
¿Cómo ves las nuevas generaciones de bibliotecas y bibliotecarios?
En mi día a día laboral, es decir, hablando desde mi experiencia personal y dentro de un ámbito territorial muy concreto, vivo dos situaciones relativamente dispares: por un lado veo personas que llegan a trabajar sin ningún tipo de formación en la materia, procedentes de ámbitos muy diferentes y que ven nuestro sector como salida profesional porque se puede acceder al mismo prácticamente con cualquier titulación.
Por otro lado, veo personas que aún viniendo de otros ámbitos del conocimiento, muestran un interés real por incorporarse a nuestros centros (bibliotecas, archivos…). Se forman a través de academias, cursos, incluso a nivel universitario gracias a la opción de la formación a distancia.
En este escenario, me cuesta encontrar personas con una vocación real y veo
además cierta falta de especialización en las futuras generaciones.
Además, a nivel laboral, me preocupa la precarización de condiciones que se está dando en los últimos tiempos. En la administración pública se convocan plazas de niveles inferiores cargadas de funciones técnicas que no son reconocidas. A nivel privado, la precarización viene a menudo derivada de los nuevos modelos de contratación basados en la externalización, para la que no se prevén por parte de las administraciones mecanismos de protección de los profesionales.
¿Qué esperas de las XXI Jornadas Bibliotecarias de Andalucía?
A groso modo lo que espero de cualquier encuentro profesional: conocer y compartir. Conocer otros ámbitos, otras problemáticas, otras formas de hacer las cosas y a otros profesionales. Compartir experiencias y espacios de debate o simplemente conversaciones distendidas para conocer otras opiniones. Junto con la formación, me parece el binomio perfecto para seguir creciendo a nivel profesional.
¿Qué opinión te merece el trabajo de la AAB en favor de la profesión?
Viniendo de un ámbito territorial mucho más pequeño, como es el País Vasco, me parece realmente meritoria la labor que se hace en Andalucía si tenemos en cuenta la diversidad de casuísticas que debe traer consigo el hecho de abarcar tantas provincias.
En cuanto al resto, además por supuesto de su boletín, me gustaría mencionar la cantidad de grupos de trabajo que mantienen en activo, así como los documentos de trabajo elaborados que además comparten de forma abierta.
