Hola. En breve celebramos las VI Jornadas Técnicas de Bibliotecas. ¿Qué reto de aprendizaje se pueden llevar los participantes para ponerlo en práctica en sus bibliotecas?
Hola. Creo que en el caso de mi experiencia los participantes pueden tener conocimiento de una iniciativa para que (con poco presupuesto, mucha ilusión del personal bibliotecario y voluntarios) puedan organizar un servicio inclusivo orientado a personas mayores en situación de soledad (que por condiciones físicas) no puedan desplazarse a la biblioteca o sus salidas sean más limitadas y puedan hacérseles partícipes de una relación humana satisfactoria.
En cuanto al desarrollo, ¿Qué nos puedes adelantar sobre algún contenido o práctica ante la que nos vas a explicar?
El proyecto, aunque abarca distintos servicios a mayores. Tanto los que pueden desplazarse al centro a través de formación, visitas guiadas, animación a la lectura, alfabetización y taller de escritura como los que no puedan. Me voy a centrar en la práctica que más nos ha sorprendido a profesionales y voluntarios, un servicio de extensión bibliotecaria como es la lectura telefónica de relatos a personas mayores. Una actividad que se organiza semanalmente desde noviembre 2022.
¿Cómo ves el panorama bibliotecario con respecto a la inclusividad?
Considero que se ha avanzado mucho en cuanto a espacios y barreras arquitectónicas, señalización, iluminación, ayudas técnicas (hardware, software y adaptaciones de los mismos) o fondos en diversos formatos. Pero queda mucho que hacer en cuanto a actividades y servicios con determinados colectivos (no solo me refiero a personas con discapacidades auditivas, visuales o cognitivas de nacimiento) sino a las propias que todos vamos sufriendo con la edad. Lo veo alentador en cuanto a los retos que nos quedan por cubrir.
¿Habría que corregir algunas malas “praxis” desarrolladas en los últimos tiempos?
Sí, la gran mayoría de las bibliotecas vivimos de espaldas a los no usuarios. Unos usuarios que no podemos rescatar ni recuperar porque no asisten, y no asisten porque se sienten y los sentimos fuera de nuestro radio de acción. En mi caso fue decisivo descubrir un sector de población altísimo que por sus discapacidades propias de la edad no están en residencias, pero viven solos y estaban en situación de soledad e invisibilizados de cara a muchos servicios públicos. Bien porque no podían desplazarse o porque no ven bien ya y les cansa leer en formato tradicional. Por otro lado, tampoco tienen posibilidad de aprender en grupos de alfabetización digital otras opciones de lectura.
¿Hay alguna biblioteca que haya sido modélica en cuanto al desarrollo de la inclusividad?
Cuando empecé este proyecto me inspiraron iniciativas llevadas a cabo en Galicia, Madrid y por supuesto Barcelona
En cuanto al futuro, ¿Qué nos espera en los próximos años con respecto a las bibliotecas?
Nos queda (como le ha pasado a muchos centros informativos), transformarnos según han cambiado las necesidades y expectativas de los usuarios. Una biblioteca abocada al préstamo de diversos materiales (ya no solo de libros) está condenada a desaparecer. Creo que en un momento social como el que atravesamos los bibliotecarios debemos crear un espacio comunicativo donde interactuar, suplir necesidades culturales y sociales en las relaciones humanas.
En cuanto a la actualidad, ¿Qué deben poner en práctica las bibliotecas de manera inmediata para estar en consonancia con los tiempos que estamos viviendo?
Oír, escuchar, interactuar con nuestros usuarios, hacerlos partícipes de la biblioteca que la sientan como suya. No se trata de tecnología sino de personas.
Buscar más aliados, establecer vínculos emocionales y por supuesto sociales. La biblioteca como agente dinamizador social. Concebir un espacio para la interacción, el bibliotecario tiene un reto y muchas oportunidades. No obstante, reivindico que no supone perder nuestra esencia. La biblioteca no es un makerspace o un fablab, o co-working, es una biblioteca. Eso sí un espacio donde los libros van más allá de una forma física (ejemplo el taller). Una biblioteca completa y accesible a todos y para todos.
¿Nos das algún consejo para que los bibliotecarios inicien de manera inmediata la andadura en el tema que nos rodea?
Creo que el mejor consejo es que nos aliemos con la comunidad en la que vivimos, que la escuchemos y que nos relacionemos con ella de igual a igual. Una relación con los usuarios en la que ellos se sientan partícipes enriquece el servicio y sé de lo que hablo porque eso es lo que hemos tratado de potenciar con nuestros usuarios. Unos usuarios que participan en un taller de escritura y que se ofrecen como voluntarios para lecturas telefónicas sin dudarlo. Mi principio es que en esas relaciones humanas nos nutrimos y compartimos información.
Vamos finalizando, ¿Qué te ha parecido este formato utilizado por la AAB en estas VI Jornadas Técnicas, y que viene usándose desde el año 2020?
Creo que es una forma dinámica y muy complementaria de formación absolutamente necesaria. En mi caso cuando lo expermienté fue una experiencia más flexible que las jornadas presenciales a las que no siempre tenemos oportunidad de asistir.
Para acabar, ¿Que te parece la labor desarrollada por la AAB?
Creo que no solo es una asociación que nos respalda como profesionales sino que favorece nuestra formación (a través de cursos, jornadas, grupos de trabajo), establece canales de comunicación profesional y en ocasiones asume las funciones de la que creo que es la carencia más acuciante que actualmente tenemos como colectivo profesional: no tener un colegio profesional que nos represente.
No obstante, reivindico desde aquí que nos urge tener una corporación de derecho público para poder colaborar con administraciones públicas en el ejercicio de sus competencias al mismo nivel, que proteja los criterios éticos y normas deontológicas de la profesión, y vele por nuestros intereses desde la esfera pública.
