 
															¿Qué significa para usted que la biblioteca se convierta en agente activo de transformación social en su entorno?
En lo profesional supone principalmente un acicate, una motivación, para continuar trabajando en pro de mejorar los servicios públicos que se ofrecen a la ciudadanía, en este caso el servicio bibliotecario municipal. En creer en lo que se está haciendo constatándolo con las respuestas de participación y de relación con la Biblioteca y contagiar a otras entidades y organismos para trabajar contigo.
Y en lo personal es motivo de orgullo, evidentemente, el saber que estás ayudando a mejorar o facilitar la vida de las personas, de los vecinos de tu pueblo, de la cual formas parte de la comunidad a la que sirves como empleado público.
¿En qué medida la participación de usuarios y comunidad modifica los resultados del proyecto?
La participación está íntimamente ligada a los resultados y estos al diseño y los objetivos del proyecto. No quiere esto decir que el diseño del proyecto se haga exclusivamente para buscar la máxima participación, sino que dentro de las diferentes líneas o campos de trabajo del mismo, la participación en las diferentes actividades que se proponen nos cantan de alguna manera el interés y por dónde podemos seguir trabajando o por dónde tenemos que cambiar el diseño, adaptarlo o repensarlo.
De la misma manera se da la posibilidad de hacer partícipes en el diseño a los propios participantes, sabiendo de antemano que van a haber varias líneas de trabajo, pero sí pueden indicar las actividades o campos preferidos.
O sea, el proyecto intenta se holístico pero pueden tener más pesos unos campos o líneas que otras dentro del proyecto, en función de dicha participación y preferencias de los participantes, lógicamente.
¿Qué necesidades detectaron en el colectivo de mayores que llevaron a crear este programa?
Principalmente vimos dos tipos de necesidades detectadas, aunque no concretas: latentes y explicitas.
Las latentes las pudimos identificar a su vez en dos circunstancias: las circunstancias generales de las personas mayores y las circunstancias de estas personas mayores en el contexto local.
Por un lado con respecto a las circunstancias generales somos conscientes de que cada vez más las personas que se van haciendo mayores y disponen de tiempo libre desean, necesitan, seguir con actividades de aprendizaje, conocimiento, ocio, encuentro… ya no se conforman con sentarse a tomar el sol en la plaza o frente al televisor (ejemplo de la Andalucía rural del siglo pasado).
Y por otro lado con respecto a las circunstancias en el contexto local no existe en el municipio un lugar concreto, ni público ni privado, que abarque ni se encargue de satisfacer estas necesidades (no hay en el pueblo los denominados: centro de día, residencia de ancianos, hogar del pensionista, centro de mayores… ninguno de ese estilo). Había algunas actividades aisladas como el aula de la experiencia, la de gimnasia de mayores o el club de lectura matinal, y actividades no programadas como alguna visita cultural de algún programa de la Diputación.
Las explícitas las que nos hacían llegar los participantes mayores en otras actividades (clubes de lectura, recitales, narraciones, abuelos…) pero nada concreto ni propuesta formal, solo a modo de comentario que les gustaría que hubiera más actividades para ellos en el pueblo. Pero tampoco especificaban que fueran necesariamente en o desde la Biblioteca. Por lo tanto constatamos que había un “nicho de mercado” (en argot mercantilista).
Estas necesidades las detectamos desde antes de empezar, o sea, las que motivaron a poner en marcha el proyecto. Luego una vez puesto en marcha hemos ido detectando otras más específicas y concretas que son las que vamos abarcando y paliando en el diseño de cada curso y que, de alguna manera, nos van marcando nuevos objetivos.
¿Cuáles han sido las actividades más valoradas por los participantes y por qué?
En general la mayoría de actividades son muy valoradas por los participantes. Pero a tenor de las inscripciones en cada una de ellas (las que más se apuntan), el grado de satisfacción y las demandas explícitas en las evaluaciones o sesiones de propuestas, pudieran ser las siguientes:
Excursiones: Conocer sitios nuevos, o conocerlos de otra forma, sirven para pasar más tiempo juntos, más allá de la hora y media o dos horas de las actividades creativas. Se fomenta la cohesión grupal y se cimentan nuevas relaciones interpersonales. Suelen durar un día completo, con salida en bus y con desayuno y almuerzo. Se hace una dos a lo sumo en el curso.
Salidas culturales (museos, cines, exposiciones): Al estilo de las excursiones pero descubriendo, o redescubriendo, lugares de nuestro entorno y normalmente relacionados con la cultura. Se realizan en media jornada, ida y vuelta en la misma mañana e incluyendo el desayuno. También sirven para cohesionar el grupo y además refuerzan algunos conocimientos aprendidos en talleres creativos y poner en valor los mismos. Se hace una cada dos o tres meses, unas tres o cuatro en total a lo largo del curso.
Actividades manuales creativas: Talleres monográficos donde trabajan la psicomotricidad fina y la cognitividad y además están en un espacio íntimo, agradable, de confianza, que provoca el encuentro y la convivencia cercana y además se llevan sus creaciones a casa. Aprenden cosas nuevas y descubren herramientas. Aquí es donde echamos toda la “carne al asador” (inovación & creatividad, el concepto “maker space” para personas mayores). Suelen durar entre hora y media y dos horas y se realizan casi todas las semanas, los martes, intercalando alguna salida o visita cultural u otra actividad por el estilo no manual. Más o menos unas 9 ó 10 actividades manuales creativas al trimestre.
Narración oral (o actuaciones culturales, o de música, o de teatro): Cada 4 ó 5 semanas intercalamos alguna actividad cultural (timo narración oral, musical, magia, teatro…) en el mismo espacio donde realizan los taller y donde solo tiene que venir a disfrutar mirando, escuchando y sintiendo. Ha sido una agradable sorpresa descubrir cómo cada vez gustan más las narraciones orales, y así nos lo demandan, constatando el “aforo completo” en muchas de ellas.
En general siempre buscamos la originalidad, la innovación, el no conformarnos con lo mínimo, buscar la excelencia… que la experiencia de las personas participantes en cada una de las actividades sea única. O sea, como poder se pueden hacer muchísimas actividades y más o menos complicadas o sofisticadas, pero en la medida de lo posible buscamos actividades de calidad, tanto en los materiales empelados y resultados esperados como, principalmente, en los profesionales que las imparten o las llevan a cabo.
¿En qué medida este proyecto ha contribuido al bienestar, la inclusión y la reducción de la soledad en las personas mayores?
Hemos podido constatar que en un alto grado este proyecto ha conseguido cada una de esas concepciones, estando ligadas a su vez entre sí, y así nos lo han explicitado en las evaluaciones. Cómo este proyecto les ha servido para salir de casa, conocer gente, relacionarse, integrarse en la comunidad, salir del aislamiento (a veces físico y otras psicológico) y a su vez mejorar la autoestima, las ganas de aprender, de hacer cosas… y por ende el bienestar emocional, que también se transmite a su vez a bienestar físico. En definitiva han experimentado una mejoría cualitativa en sus vidas.
Constantemente nos transmiten cómo de bien les viene a su día a día el participar en este proyecto, las ganas de que lleguen los martes; y tras el parón de verano la insistencia de comenzar el nuevo curso, de hecho este año (2025-2026) lo hemos adelantado a primeros de septiembre (los años anteriores comenzábamos a mediados de octubre), valorando desde la parte técnica precisamente el bien que les hace para su salud emocional y para paliar esa soledad no deseada. Desde el mes de agosto ya estaban preguntando cuándo empezábamos y cuándo podían inscribirse. Incluso familias nuevas venían a interesarse por el programa porque les habían hablado de él.
¿Qué papel juega la biblioteca como espacio social y relacional en el contexto del envejecimiento activo?
A tenor de la experiencia de este proyecto, principalmente, pero así como de otros proyectos y actividades realizadas con este sector de la población, diría que las Bibliotecas no solo juegan un papel importante sino que además es esencial y en el que debemos asumir el rol de protagonista y de liderazgo institucional.
La Bibliotecas son espacios (servicios públicos) amigables y cercanos al conjunto de la población en general, espacios híbridos en cuanto a la tipología de personas que atiende así como de la oferta de servicios que ofrece. Las Bibliotecas actuales son espacios, o servicios, diseñados para permitir las relaciones sociales pero estas no siempre ocurren porque sí, hay que darles un sentido para que estas se produzcan y además hay que promoverlas, no solo por ofrecer servicios o espacios se van a usar por sí solos. Ahí es donde juega un papel fundamental las Bibliotecas, más allá del espacio físico lo importante es la dinamización de ese espacio, la cercanía con la comunidad a la que sirve, provocar y promover el encuentro. Y en el caso de las personas mayores puede ser un espacio fundamental en sus vidas pero para ello hay que atraerlas. Me explico mejor:
Si la Biblioteca pone en marcha una sala de estudio, la gente va y la usa; si adquiere libros de novedades, la gente va y se las lleva en préstamo; si tiene clubes de lectura, la gente va, se apunta y participa; si pone cuentacuentos, la gente va y disfruta; si pone espacio tecnológico (wifi, ordenadores, impresoras 3D, etc.), la gente va y usa esos espacios, servicios y materiales. Cuando me refiero a gente, así en general, me refiero a tipos de usuarios jóvenes, o adultos, o familias. Pero en el caso de las personas mayores, que quizá no les interese ninguno de los servicios anteriores, hay que diseñar actividades y espacios específicos para ellos pero además hay que buscarlos, atraparlos, per sé no van a la Biblioteca como el resto de colectivos a través de un cartel o una publicación en las redes sociales.
¿Qué aspectos del modelo “Las mañanas son para mí” considera replicables en otras bibliotecas pequeñas?
La verdad que gran parte o puede que todo el proyecto sería perfectamente replicable en otras Bibliotecas. El ser pequeña a veces es una desventaja (menos personal, menos recursos, menos presupuesto, menos infraestructuras…) pero también otras veces es una ventaja a la hora de la búsqueda de apoyos y recursos (más cercanía con la población y con otros departamentos o instituciones estratégicas).
También al ser pequeñas (de municipios pequeños, me refiero) puede que ayude el no tener otras instituciones que ”compitan” con el público potencial (caso de centros de mayores, unidades de día, hogar del pensionista, etc.). Esto dejaría un campo de cultivo despejado para iniciar y trabajar en diferentes y variadas propuestas, como ha sido mi caso. Esto habría que estudiarlo previamente, eso lo primero, y ver qué necesidades no están cubiertas o siendo atendidas y cuáles quedan libres o donde nadie esté trabajando.
Dependiendo de con qué se pueda contar (presupuesto, personal, recursos…) se puede replicar algunas cosas, o todo el proyecto. Si somos capaces de aliarnos con otros departamentos o instituciones para suplir las carencias que podamos tener el proyecto es perfectamente replicable al completo.
Si no contamos con ese apoyo podremos replicar sólo la parte que seamos capaces de llevar acabo con los recursos propios que dispongamos. Las Bibliotecas contamos con gran experiencia en la dinamización de espacios y servicios y en la organización de actividades, que no se nos olvide. Por ejemplo la parte de actividades manuales creativas es perfectamente viable aunque quizá habría que adaptar los tipos de talleres a las posibilidades económicas y a los recursos humanos. Lo mismo para la parte de actividades culturales. Quizá la parte de salidas y excursiones puede ser más complicado si no contamos con apoyo económico y logístico (los desplazamientos cuestan dinero, los guías, las entradas… y además hay que ir acompañando al grupo en un ratio adecuado).
Hay que ser conscientes que este proyecto requiere tiempo (antes, durante y después), presupuesto, recursos logísticos y materiales y personal técnico. Si se cuenta con todo eso, o parte de ello, ¡adelante!
¿Qué consejo compartiría con otros profesionales que deseen implementar proyectos similares?
A raíz de mi experiencia, echando la vista atrás en estos casi cuatro cursos, diría principalmente dos cosas:
Por un lado, un estudio o análisis previo de la situación de los mayores a nivel local, en su municipio (qué hacen, a dónde van, qué actividades o programas existen para ellos, etc.) y de la relación de estos con la Biblioteca (quiénes vienen, cuántos vienen, para qué vienen, qué hacen cuando vienen, su situaciones personales… más o menos de manera informal interesarnos e interactuar con ellos y extraer una información cuantitativa y cualitativa). Este análisis de la situación previa puede ser tan exhaustivo o superficial como se quiera. En mi caso fue relativamente exhaustivo y con bastante tiempo de dedicación, pero puede hacerse también muy someramente para tener al menos una idea generalizada de cómo está la situación. Huelga decir que este análisis también hay que hacerlo a nivel interno de la propia Biblioteca: ¿es necesario, se quiere, se puede, con qué recursos cuento, etc. etc.?.
Y por otro lado, casi igual de importante, la búsqueda de aliados. Esto puede convertirse en fundamental a la hora de hacer este proyecto u otro similar estable y duradero en el tiempo. Para muestra un botón: llevamos realizándolo todos los martes durante casi cuatro cursos consecutivos con este y con idea de continuar, por supuesto.
Además de estas dos cosas que creo fundamentales como punto de partida, al menos en mi caso, tener la valentía de echarlo a andar, como prueba piloto al menos, un trimestre o un programa temporal, y a ver cómo funciona en su contexto… puede que aun haciéndolo todo bien no termine de arrancar, eso es posible también, claro. Pero sin miedo al fracaso, el fracaso de hecho es no llegar a intentarlo y todo sirve de experiencia y aprendizaje.
Para acabar, ¿Qué te parece la labor desarrollada por la AAB?
Por lo que conozco, como profesional de Biblioteca, me parece que realiza una gran labor a nivel de formación continua y reciclaje, con un amplio programa formativo, variado y adaptado a las necesidades y a los tiempos. De hecho este proyecto del que estamos hablando de alguna manera tuvo su embrión a raíz de un curso que realicé a través de esta asociación en 2019 denominado ‘Organización y prestación de servicios y recursos bibliotecarios con y para personas mayores’. En la parte final del curso había que realizar un trabajo en el que diseñáramos un proyecto para este colectivo. Aunque el trabajo que realicé no era este, sí dio pie a llegar hasta aquí, además de las herramientas aprendidas y los conocimientos para ponerlo en marcha.
Aunque sinceramente no sigo el día a día de todo lo que se hace de puertas para adentro en la asociación sí sé que realiza otras muchas acciones para visibilizar y mejorar la profesión, sobre todo en nuestra comunidad, y que representa a la misma, o sea a nosotros los profesionales, en otras instituciones para velar por nuestros intereses. Sigo las redes sociales y los boletines mensuales y más o menos voy estando al tanto de lo que se realiza, pero de forma superficial ¿eh?.
 
				 
															