ENTREVISTAS 7JTB: Antonia María Fernández Luque

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¿Qué significa para usted que la biblioteca se convierta en agente activo de transformación social en su entorno?

Considero que la biblioteca potencia su papel activo en los cambios producidos en torno a la transformación digital y la innovación de acceso al conocimiento en el ecosistema de salud. Por ejemplo, desempeñando más intensamente la alfabetización digital, la alfabetización en salud y el acceso a los múltiples formatos de lectura. En este sentido la biblioteca es un socio estratégico en la consecución de los objetivos y la misión del sistema de salud y potencia el desempeño ad las de las competencias profesionales de la comunidad sanitaria; es decir  la competencia clínica, la competencia de investigación y la competencia docente.

Con respecto a la ciudadanía y a los pacientes; El papel de la biblioteca de salud con los ciudadanos es clave como  agente activo de transformación social, ya que convierte la información técnica en una herramienta accesible que ayuda  a las personas en la gestión de su propia salud; Combate la desinformación en salud, ofrece información confiable; Proporciona acceso a recursos de salud avalados por instituciones médicas, evitando que los pacientes dependan de fuentes dudosas o rumores en línea.

 

¿En qué medida la participación de usuarios y comunidad modifica los resultados del proyecto?

Nuestro proyecto se basa en difundir entre los pacientes, sus familiares y los cuidadores, pero también entre los profesionales de la salud, la lectura pública en Andalucía, con los recursos que ya están disponibles para todos los ciudadanos. Queremos dar a conocer los recursos disponibles tanto digitales como presenciales y que la biblioteca local de soporte a este servicio. Para ello contamos con la participación de la Biblioteca Pública del Estado y la Biblioteca Provincial de Málaga que participa con nosotros en este proyecto, ya que se trata de dar los servicios que ya cuenta la red de Lectura Pública de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. La directora de la biblioteca colabora en primera persona en la creación de este proyecto de lectura publica en el Hospital Regional Universitario de Málaga.

La participación de usuarios y comunidad no es solo una buena práctica; es un factor fundamental que transforma los resultados del proyecto para que sean de impacto real en el área de la salud. Sin la participación de los usuarios , los proyectos corren el riesgo de ser irrelevantes, ineficaces y, en última instancia, insostenibles.

 

¿Qué impulso y necesidades motivaron la puesta en marcha de “Lecturas que cuidan” dentro del entorno hospitalario?

Los impulsos y necesidades que motivaron la puesta en marcha de «Lecturas que cuidan» dentro del entorno hospitalario se centran en la humanización de la atención al paciente y en el reconocimiento del poder terapéutico de la lectura. El proyecto surge para abordar una serie de carencias y problemas inherentes a la experiencia de la hospitalización.

El proyecto «Lecturas que cuidan» surge para humanizar la atención hospitalaria y usar la lectura como herramienta terapéutica. Nació para combatir el aislamiento, el estrés y el aburrimiento de los pacientes, los familiares, ofreciéndoles un escape y una conexión con el mundo exterior y sobre tondo teniendo en cuenta los beneficios de la lectura en general.

 

¿Cómo se integra la lectura y el fomento cultural en los cuidados del paciente desde la biblioteca hospitalaria?

La integración de la lectura y el fomento cultural se basa en una filosofía de cuidado holístico, que va más allá de lo médico para atender el bienestar emocional, psicológico y social de la persona. Se trata de convertir el hospital en un espacio más humano y menos impersonal. Usar, por ejemplo, la biblioterapia como herramienta terapéutica para manejar emociones, organizar actividades culturales (clubes de lectura, talleres de arte) para estimular y socializar, y adaptar los servicios a nuevos formatos como audiolibros. Ello implica la lectura en distintos soportes: Papel, audio, video, etc. Lo que implica un aprendizaje de ciertos aspectos de la cultura y alfabetización digital.

 

¿Qué resultados o testimonios le han marcado especialmente sobre el impacto emocional entre pacientes?

La lectura actúa como una herramienta poderosa para la conexión,  la evasión y la catarsis emocional de los pacientes hospitalizados. Supone conexión y acompañamiento: rompe el aislamiento y la soledad al crear un vínculo humano entre el paciente y el medio hospitalario. Permite la evasión y reducción del estrés. Ayuda a los pacientes; y sus familiares y/o cuidadores a escapar de la ansiedad y el miedo del entorno hospitalario. La identificación con personajes o situaciones literarias ayuda a procesar emociones complejas fomentando la empatía.

En nuestra experiencia anterior en la biblioteca de pacientes del Hospital de la Axarquía, donde trabaje durante décadas. Los propios pacientes de la Unidad de salud mental ejercían de facilitadores de difusión de los fondos de la biblioteca de pacientes, participaban en los clubes de lectura, distribuían los libros entre los pacientes ingresados, etc. Fue una experiencia muy enriquecedora que supuso la implicación del Servicio de Salud Mental donde se ubicaba la biblioteca de pacientes.

 

¿Cómo colabora el personal sanitario y la comunidad hospitalaria para el éxito de la iniciativa?

La colaboración del personal sanitario y la comunidad hospitalaria es esencial para el éxito de iniciativas como la nuestra titulada «Lecturas que cuidan». El personal de salud ayuda a identificar y derivar a los pacientes adecuados, además de informarles sobre el servicio. Por su parte, la comunidad hospitalaria, incluyendo voluntarios, familias y otros departamentos, deben contribuir con recursos y apoyo logístico para llevar la lectura a los pacientes. Esta red de apoyo transforma el programa de la biblioteca en una parte integral de la humanización de la atención hospitalaria

 

¿Qué retos existen todavía para extender el poder terapéutico de la lectura en hospitales y centros de salud?

Existen desafíos para extender la biblioterapia , incluso la lectura pública, en hospitales. Los principales retos son la falta de financiación y personal especializado, y su débil integración en los protocolos clínicos. También, la necesidad de mayor formación para el personal sanitario y la sensibilización sobre su validez terapéutica. Otros obstáculos incluyen la baja alfabetización de algunos pacientes, la adaptación a diversas necesidades y la dificultad para medir su impacto emocional. Finalmente, la integración tecnológica y el combate contra la desinformación en la era digital completan el panorama de retos a superar.

 

¿Qué consejo compartiría con otros profesionales que deseen implementar proyectos similares?

Para implementar con éxito proyectos de lectura en hospitales, según nuestra experiencia, la clave es conectar, colaborar y adaptar. En nuestro proyecto contamos con el apoyo de la Comisión de humanización y ciudadanía, la unidad de Formación, la comisión de Calidad y la Unidad Integrada de Formación.

Primero se debe investigar a fondo las necesidades reales de pacientes y personal, evitando suposiciones. Luego, identifica aliados estratégicos en el equipo sanitario para obtener su apoyo, crucial para la integración del proyecto. Comenzamos con grupo  piloto a pequeña escala para validar el modelo antes de expandirlo.

Después, construye un sistema sostenible, que incluya la integración en la rutina hospitalaria y la participación de voluntarios bien capacitados. Prioriza siempre la personalización y la empatía, adaptando el formato (audiolibros, lectura en voz alta) a las necesidades de cada paciente y fomentando la escucha activa.

Finalmente, evalúa y demuestra el impacto del programa. Recopila testimonios y utiliza métricas para evidenciar los resultados. Documentar y compartir estos logros es fundamental para justificar recursos y asegurar el crecimiento y la sostenibilidad de la iniciativa.

 

Para acabar, ¿Qué te parece la labor desarrollada por la AAB?

 Valoro muy positivamente la labor que desarrolla la AAB. Es una entidad clave para el desarrollo profesional y la visibilidad de las bibliotecas en nuestra comunidad.

Personalmente, considero que su trabajo en la organización de jornadas y la promoción de la formación continua es esencial para que los bibliotecarios nos mantengamos actualizados y podamos innovar, como en el proyecto de Lecturas que cuidan. Sus premios a las mejores iniciativas bibliotecarias también son una excelente manera de reconocer y difundir las buenas prácticas.

Además, su papel como punto de encuentro para los profesionales es muy importante. Nos permite compartir experiencias y apoyarnos mutuamente para enfrentar los desafíos del sector. En un ámbito tan especializado como el de la biblioteca hospitalaria, contar con una red de apoyo profesional como la que fomenta la AAB es un gran impulso para seguir innovando. 

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