¿Crees que el tamaño de la biblioteca condiciona el ofrecimiento de algunos servicios, o crees que los servicios que se ofrecen deben ser los mismos a pesar del tamaño?

Los servicios básicos de lectura en sala, préstamo e información y orientación bibliográfica deben ofrecerse siempre, pues entonces no podemos considerarnos servicio bibliotecario.

Dicho esto, y dadas las dificultades de los municipios pequeños para ofrecer mayores y mejores servicios de calidad, es imperativo trabajar en Red. Los casos  como los de BIMA, las bibliotecas del Aljarafe sevillano, el impulso que los Servicios Bibliotecarios Provinciales hacen con la fórmula de cooperación que surgió con la pandemia, Sevillateca, o el nuevo Plan Estratégico de las Bibliotecas Municipales del Ayuntamiento de Sevilla, por mencionar experiencias en la provincia donde celebramos este año las Jornadas, son ejemplos de que debemos aprovechar los escasos recursos disponibles, creando sinergias y optimizando el esfuerzo de miles de bibliotecarios y bibliotecarias de nuestra Comunidad para conseguir que el tamaño no importe.

En los últimos años, hemos tenido que afrontar el reto de la transformación de las bibliotecas, en sus servicios, espacios, etc. ¿Cómo analizas el impacto en tu biblioteca?

Las bibliotecas y el personal bibliotecario tenemos que reinventarnos continuamente. Somos la única profesión que debe hacerlo para sobrevivir. Siempre me gusta poner el siguiente ejemplo:  Un médico siempre curará enfermos. Mejorarán las pruebas diagnósticas o las herramientas de trabajo y avanzará la investigación de nuevas curas, pero siempre su función será curar enfermos.

Sin embargo, las bibliotecas comenzaron siendo archivos, depósito de libros y luego de otros documentos; teníamos una función de conservación. Con las Públicas se abrieron otros horizontes como lugar de lectura y préstamo de documentos. Hoy no podemos quedarnos en eso, pues los índices de préstamo han bajado mucho con los nuevos hábitos culturales. También hemos querido tener una función cultural al servir de medio para narraciones orales, conferencias, exposiciones, conciertos, etc.

Pero ahora debemos se configuran como lugar de encuentro físico y virtual de toda la sociedad, Ágora o Tercer Lugar según la terminología de los sociólogos Oldenburg y Putnam, donde se apoya la creatividad, donde se sientan las bases de la participación en la vida pública, facilitando y difundiendo el acceso a la cultura, la educación y la información. Lugares inclusivos y de igualdad, con espacios y contenidos accesibles y sostenibles (Agenda 2030). Y todo ello sin dejar de ser un importante mediador de la lectura, especialmente entre la infancia.

¿Cómo ves las nuevas generaciones de bibliotecas y bibliotecarios?

Ante este nuevo concepto de biblioteca al que tenemos que aspirar es necesario que las Universidades adapten sus planes de estudio a esta nueva realidad-.  

Sabemos que esta adaptación siempre es lenta en el mundo universitario, pero hay que abordarla cuanto antes y adaptarnos a la nueva realidad si queremos que las nuevas generaciones de profesionales estén preparadas para lo que la sociedad nos demanda.

Mientras eso se produce, es importante la labor que hacen las Asociaciones con sus planes de formación, que permiten a los profesionales estar actualizados en sus conocimientos y habilidades.

¿Qué esperas de las XXI Jornadas Bibliotecarias de Andalucía? 

Es una gran noticia volver a la presencialidad y encontrarse de nuevo con compañeros y compañeras para intercambiar experiencias.

Aunque hemos avanzado mucho en la colaboración y en los trabajos en línea, nada podrá cambiar nunca la necesidad de vernos en persona, el contacto humano y el poder disfrutar de una charla presencial.

Además, es el momento de intercambiar experiencias y comprobar que los cambios que estamos afrontando van por buen camino, pues todas las bibliotecas tenemos los mismos problemas y las mismas ganas de mejorar.

¿Qué opinión te merece el trabajo de la AAB en favor de la profesión?

Más de 30 años apoyando y acompañando a los profesionales en un mundo tan cambiante y en una profesión todavía tan infravalorada por la ciudadanía. Sin duda, hemos avanzado mucho en hacernos visibles e imprescindible para todos los colectivos, y en ese esfuerzo siempre hemos tenido la suerte de contar con la Asociación, sus Jornadas, su Boletín y, sobre todo, el esfuerzo desinteresado de los miembros de la Junta Directiva y sus Grupos de Trabajo. Ellos son el verdadero valor añadido de la Asociación.